Toda la familia de William y Kate en Wimbledon excepto Louis: he aquí por qué

El príncipe William estuvo presente en el palco real de Wimbledon para la final, con Kate Middleton y sus dos hijos, George y Charlotte. Luis, el último nacido, estaba desaparecido. Y la Princesa de Gales se encargó de explicar los motivos, revelando que el Príncipe Luis estaba "muy molesto" por haberse perdido Wimbledon. "Había estado practicando ser recogepelotas", añadió Kate.

La metedura de pata de Kate Middleton durante la ceremonia de premios de Wimbledon 2023

A Kate Middleton, de 41 años, se unieron el príncipe William, de 41 años, y sus hijos mayores, el príncipe George, de nueve años, y la princesa Charlotte, de ocho. Tanto George como su hermana menor parecían extasiados mientras contemplaban la final, mostrando sus puños para celebrar el primer título de Wimbledon de Carlos Alcaraz al final de una épica de cinco sets contra Novak Djokovic.

Pero Louis, de cinco años, el miembro más joven de la familia real, no estaba contento de no poder unirse a ellos a pesar de haber practicado ser recogepelotas este año. Al llegar a la pista central con su marido y sus dos hijos, la Princesa de Gales le dijo a Ella Ottaway, que dirige el programa juvenil del All England Club: "Louis estaba muy enojado por no haber venido hoy".

¿Es culpa de las malas lenguas?

Durante la conversación, Kate reveló: “Es la primera vez de Charlotte, George vino el año pasado. Están observando con impaciencia". El príncipe Luis a menudo se las arregla para robarse el espectáculo en los compromisos reales, desde sacarle la lengua a su madre hasta taparse dramáticamente las orejas en el balcón del Palacio de Buckingham. Durante la coronación, se vio al joven animando a su abuelo desde el carruaje real, exclamando: “Yaaaay Say rey”. Yaaay rey'. También se le vio señalando con entusiasmo a los fanáticos reales y susurrándole a su hermana Charlotte mientras se marchaban.

Sin embargo, es posible que el príncipe Luis no haya podido asistir al evento de Wimbledon porque, a sus cinco años, es demasiado joven. Pasar tantas horas respetando los estrictos protocolos reales mientras tienes cámaras de todo el mundo apuntando a ti puede no ser fácil para un niño de 5 años. Y por eso sus padres prefirieron dejarle saltarse este compromiso.